jueves, 26 de junio de 2014

Cap V: La verdadera historia del Colegio de Médicos


Y la historia continúa...


Terminábamos el capítulo anterior relatando las reuniones que se estaban manteniendo durante la campaña electoral de 2012 con diversos actores de esta historia con el fin de decidir qué puesto podrían ocupar en una hipotética candidatura  financiada por Gabriel Núñez, dueño de Uniteco Profesional.


Resulta descorazonador pensar que un proyecto para liderar al mayor colegio de médicos de España se pueda organizar mediante el reparto casi aleatorio de cargos o puestos entre los interesados. Es muy triste que la propuesta que posteriormente se haga a los colegiados sean unas cuantas ideas plasmadas en dípticos o trípticos en forma de decálogos. Pero también es un motivo para reprobarnos a nosotros mismos por valorar tan poco la institución que permitimos que esas propuestas sean tan sucintas y las votemos según criterios de amistad, simpatía, grado de conocimiento, etc (o que no votemos), y que no seamos por tanto más críticos o analíticos.


Es fácil renegar de nuestro Colegio basándonos en su falta de operatividad aunque ello sea  consecuencia de la poca presión que hacemos  para exigirle que cumpla con sus funciones y que dejemos que para llegar a gestionar tan amplio capital económico, humano y de representación sean tan pocas las habilidades y aptitudes que se nos exijan.


Volviendo a nuestra historia, el caso es que al final concurrimos seis candidaturas a las elecciones de 2012. La última se presentó cuando quedaban unos minutos para cumplirse el plazo y con grandes defectos de forma y ausencia de muchos de los requisitos que marcaban los estatutos. Fue aprobada definitivamente a falta de unos días de la celebración de las elecciones, cuando ya agonizaba la campaña y sin tiempo para promocionarse. Sobre la legalidad de dicha candidatura, encabezada por mi amigo y compañero Luis Pastor, pedí explicaciones al entonces secretario de la Junta Electoral y actual Jefe de la Asesoría Jurídica  Carlos Hernandez Martinez-Campello.


Carlos Hernández era el jefe en funciones de la Asesoría Jurídica en tiempos de Juliana Fariña. Y digo "en funciones" porque dicho cargo lo ostentaba oficialmente el prestigioso abogado Ramón Hermosilla, que no era requerido de forma habitual para los asuntos colegiales. Recuerdo que intervino cuando estando Juliana Fariña en "paradero desconocido" entre octubre y noviembre de 2011 y mientras llegaban órdenes y nombramientos firmados por ella, se le sustituyó como responsable de la Asesoría Jurídica por el letrado José Luis Antolín Navarredonda, casualmente, abogado en activo de Uniteco Profesional o quizá solo del Sr. Núñez. Durante las campañas electorales (al menos en las de 2008 y 2012) Carlos Hernández cambiaba su puesto con el letrado que ocupase la secretaría de la Comisión Deontológica que, a su vez era el secretario de la Junta Electoral, de tal manera que llegadas las elecciones, el citado Carlos Hernandez pasaba a ser también secretario de la Junta Electoral. Cualquiera que visite en internet la revista de Uniteco Profesional  “Calidad y Riesgo” podrá comprobar que el abogado del que hablamos es colaborador habitual de la misma junto con algunos de los actuales miembros de la JD o sus mentores


Otra de las candidaturas era la de Diaz Franco, desertado de la nuestra por sus intereses en ser Presidente (insistimos en ello, a pesar de su réplica, y hay múltiples testigos)  y que encontró una formación para concurrir y presentarse en el puesto de presidente. Su tenacidad, sus contactos y su capacidad de convicción consiguió que en pocas semanas hiciese lo que muchos consideramos algo muy difícil, formar un grupo con una idea común y un programa factible. No era de extrañar ya que su personalidad afable le servía para conquistar fácilmente a la gente. A mi me sorprendió cuando, al conocerle, vi que teníamos tantos puntos comunes en muchas ideas, en aficiones, etc. Conseguía empatizar rápidamente. Me regaló algunos libros interesantes,  me propuso formar parte de la Academia de las Ciencias Médicas de Bilbao, donde tenía contactos, y yo mismo le invité en nombre del Colegio a algún foro profesional.


Guillermo Sierra, ex presidente de la OMC y con un pasado algo convulso en dicha organización, era el candidato perpetuo al Colegio y por los resultados obtenidos, en declive permanente. Cuando intentó acercarse a nuestra candidatura él mismo insinuó que simpatizaba con la izquierda política y por tanto, dada nuestra inmerecida fama, más afín a nosotros; aún así no lo consideramos de ninguna manera. En la composición de su grupo había algunos miembros muy significados del sindicato AMYTS pero definitivamente no era la candidatura “oficial” del mismo.


Miguel García Alarilla, ex-Vicepresidente de Juliana Fariña, considerado el candidato continuista se acompañaba en la candidatura por un núcleo procedente de nuestra JD; digo "nuestra" porque yo formé parte de ella. Tuvo algunas dificultades para completar su candidatura pero, al final, consiguió formar su grupo.


Con respecto a la candidatura de Sonia Lopez Arribas, podríamos decir que era una médico militar sin experiencia en estas lides y que fue elegida cabeza de lista al no conseguir Nuñez y su entorno convencer a alguien más conocido. No se sabe si por la mala prensa que tenía el Colegio a raíz de los acontecimientos de los meses previos, o por la que tenía la correduría por las denuncias sobre sus maneras de actuar o, simplemente, por no encontrar la persona predipuesta, se vieron obligados a hacer una candidatura con la mayoría de los componentes de la Comisión Delegada de la que hablábamos en el capítulo II, que habían estado "a sueldo" de Qualitas Qualitatis, empresa a nombre del hijo de Gabriel Núñez -presidente de Uniteco- pero pagados por el Colegio. A esta Comisión que había trabajado a las órdenes de Álvarez de Mon y que se había dedicado fundamentalmente a análisis y encuestas le tocó afrontar la tarea de presentarse a las elecciones del mayor Colegio de Médicos de España. A estos nueve miembros de la Comisión Delegada se les unen los dos fieles colaboradores Emilio Villa y Antonio Ramos, que ocuparían puestos fundamentales de la Junta Directiva: la Secretaría y la Vicesecretaría. Además se unió como candidato a vocal de Jubilados el Dr Vicente Guillen,  muy significado por otras actividades no relacionadas con la medicina y muy en la línea ideológica de la mayoría del entorno de la familia Núñez / Alvarez de Mon / Uniteco.; sin embargo, faltaba quién encabezaría la lista como candidato a Presidente. ¿Cómo se eligió? ¿fue producto del azar? ¿por votación? Mi experiencia como candidato en otro grupo financiado por Uniteco (candidatura de Juliana Fariña en 2008) me decía que no todos  tenían el mismo grado de conocimiento de dónde se metían ni la misma implicación con la correduría. No podría asegurar que Uniteco les hiciera firmar algún tipo de documento de compromiso y lealtad a la empresa pero desde luego, si lo expreso así de claro es porque no sería algo novedoso en la historia del Colegio.


Y por último nuestra candidatura, trabajada con seriedad y compuesta por personas que considerábamos capaces de asumir las funciones para las que nos presentábamos. Varios de nosotros teníamos experiencia en dirigir sociedades científicas médicas y, en ese momento, todavía formábamos parte de sus Juntas Directivas; varios teníamos experiencia en la dirección y representación de asociaciones, fundaciones  y ONGs con presupuestos muy superiores a los del Colegio.


Aún así , hay que decir que no es fácil conseguir formar una candidatura que cumpla con los requisitos estatutarios, en muchos casos anticuados o no adaptados a la realidad geográfica, profesional y colegial. Durante las pocas semanas que transcurrieron desde la composición definitiva de la candidatura invertimos el tiempo en programar cómo íbamos a exponer nuestro proyecto a los colegiados, cómo íbamos a autofinanciarnos y cómo podíamos hacernos visibles con tan escaso presupuesto. Nos hicimos las fotos de grupo y las individuales en la sede de Médicos del Mundo y pusimos cada uno una cantidad de dinero (desde 100 a 200 euros) y con ella financiamos la impresión de los posters, los dípticos y los cuadernillos con el programa completo; gracias a la colaboración de familiares y a los precios especiales de algunos amigos, conseguimos sacar el material con ese presupuesto
Antes de que comenzase la campaña electoral pero ya conociendo las posibles candidaturas, tuvimos que soportar los embates de la prensa que defendía otros intereses. Era ridícula la facilidad con la que informaban de reuniones con personas o entidades que nunca existieron, comidas en restaurantes que nunca pisamos y, sobre todo uno de los males de nuestra sociedad, achacar afiliación política a algo que no está destinado para significarse en ello. Durante todos estas semanas de trabajo jamas se habló de darle ningún tipo de orientación política a la candidatura.
A día de hoy somos muchos los que desconocemos la afiliación o ideología de algunos de los compañeros de candidatura y, de entre los que sí se significaron jamas hubo debate, enfrentamiento o roce, ya que no se trataba de eso.
Es posible que el hecho de que se nos tildase de candidatura de izquierdas fuese un recurso de aquellos que no tenían otros argumentos para descalificarnos o, probablemente, para derivar votos hacia otras candidaturas "en teoría" más conservadoras. Como candidato a Presidente presenté la candidatura pocos días antes del final del plazo que concluía el 27 de abril.


 Lo que sigue, me parece de gran importancia para ver la relevancia de contra quien nos enfrentábamos; a los pocos días de presentar la candidatura y, por tanto ser oficial que me presentaba a candidato a Presidente, ya entrado el mes de mayo, se recibió en el Colegio de Médicos un documento judicial en el que se anunciaba una querella por parte de la correduría a algunos miembros de la Junta Directiva vigente, entre los cuales estaba yo. En ese requerimiento judicial se nos convocaba a presentarnos al juzgado a retractarnos o reafirmarnos de las declaraciones y denuncias realizadas en rueda de prensa el 3 de noviembre de 2011 y a propósito de la desaparición de Juliana Fariña y de los intentos de manipulación del Colegio. Con decir que la fecha designada para la comparecencia en el juzgado coincidía con la de las elecciones al Colegio, 24 de mayo, creo que ya digo bastante. Habían pasado 6 meses desde la rueda de prensa sin que ocurriera nada...  sin embargo,  presentamos la candidatura y de forma inmediata llega la querella a los juzgados. Recurrimos la fecha alegando que coincidía con el proceso electoral y pasadas las elecciones tuvimos la ocasión de ratificarnos de nuestras declaraciones en la sede de los juzgados pero quizá porque la candidatura financiada por Nuñez ganó las elecciones, de la querella nunca mas se supo.
Alguien más retorcido que yo podría pensar que ya que habían conseguido el objetivo, cualquier ruido generado por un proceso de este tipo solo añadiría mas lodo sobre el prestigio de la correduría.


Mientras tanto, seguíamos con la campaña electoral. Las visitas a los centros sanitarios, hospitales, centros de salud  las hicimos en nuestro tiempo libre, con nuestros propios recursos y repartiendo información o pegando carteles donde se permitía y con nuestras propias manos. Resultaba vergonzoso ver el despliegue de medios de algunas candidaturas con hordas de jovencitos insolentes regalando “pichigüilis”( regalos de escaso valor que se entregan a los médicos como propaganda) en las puertas de los centros, pegando decenas de carteles donde tú habías pegado uno y viendo que se repetían con los días.
Sorprendí que algunas candidaturas que afirmaban no haber sido financiadas tuvieran tanta capacidad propagandística. Aún así, sobre todas, sobresalía la de Sonia Lopez Arribas.


Ya he relatado anteriormente los conatos de "asociación" que habían existido antes de la campaña: Diaz Franco se marchó de nuestras reuniones, García Alarilla me propuso ir con él y Sierra envió algunos intermediarios para hacer una candidatura conjunta. Pero no debieron ser suficientemente claras las negativas por nuestra parte porque la noche del 14 de mayo, a 10 dias de las elecciones, recibimos todos los candidatos una llamada de Guillermo Sierra con el fin de tener una reunión conjunta para inactivar a la candidatura de Uniteco. A eso de las 11 de la noche y en modo conferencia múltiple, Sierra nos propone hacer algo para que gane cualquiera menos Sonia Lopez Arribas. Quedamos en mantener una reunión al día siguiente, 15 de mayo, en el Hotel Miguel Angel , a las 7 de la tarde y con un Madrid vacío por el puente de San Isidro. Acudimos los candidatos a Presidente junto con los candidatos a la Vicepresidencia de cada una de las candidaturas excepto el de García Alarilla y obviamente, los del grupo financiado por Uniteco; tampoco asistió Luis Pastor debido a que su candidatura  fué admitida tarde.


La propuesta o propuestas de Guillermo Sierra que partían de la premisa de evitar la perpetuación de Uniteco en el Colegio pasaban por hacer una coalición para formar una Junta Directiva mixta, ganase quien ganase de los cuatro presentes, también propuso convocar una rueda de prensa conjunta para denunciar la campaña electoral de los otros y denunciar su histórico enquistamiento en el Colegio. Incluso tenía medio preparado el texto de dicha rueda de prensa. Tras oir sus propuestas y rechazarlas por antiestatutarias, antinatura e inviables y tras plantear de forma genérica que si no queríamos que ganase Uniteco lo mejor sería que los que tuviesemos menos posibilidades  retirásemos la candidatura y así no quitaríamos votos a los demas, nos despedimos. Por supuesto nadie aceptó retirarse, por orgullo, soberbia, convencimiento de que se podía hacer algo favorable  o incapacidad para analizar las probabilidades  de obtener un resultado aceptable. Al día siguiente, no obstante, Sierra nos remitió por correo un texto para que lo aceptásemos en esa supuesta rueda de prensa pero ya ni siquiera lo contestamos.
Todavía no sé si estas absurdas propuestas eran una forma de bajar de la carrera electoral a algunos (y en beneficio de otros) o realmente las decía en serio. No sé quién financió su campaña, pero de aquel intento todavía me quedan muchas dudas.

Cuando visitaba un Hospital y algún colega me reconocía yo quedaba agradecido y recompensado por el esfuerzo pero, lo que más nos animaba era cuando alguien decía: “he leído vuestro programa y por eso os vamos a votar”. Significaba mucho la pequeña molestia de leerse nuestra propuesta y significaba mucho que fuese por éso por lo que tomasen la decisión.
Realmente sabíamos lo difícil de ganar unas elecciones y más luchando contra el poderoso aparato propagandístico de Uniteco pero confiábamos en el criterio de nuestros compañeros, más cuanta más participación hubiese.


Como anécdota diré que acudimos a las presentaciones de algunas de las candidaturas opositoras (a las que pudimos por horario ) y que la que tenía mas apoyo económico fue la mas lamentable de todas; la presentación de la candidatura de Sonia Lopez Arribas tuvo lugar un miércoles a las 9 de la noche, a pocos días de las elecciones, con la sala Gregorio Marañon del Colegio repleta de jovencitos bulliciosos y ruidosos, algunos con enormes cámaras fotográficas ¿representando? a la prensa; la actual Presidente tras hacer la introducción dió paso a la proyección en la pantalla de un vídeo de escasos minutos sobre escenas cotidianas de la India o algun pais próximo al subcontinente indio. El video no hacía ninguna alusión a nada relacionado con la medicina o con las elecciones al Colegio de Médicos.
Se siguió de tres intervenciones sucintas del candidato a vocal de jubilados, la candidata a vocal de médicos en formación y de Melchor Alvarez de Mon, valedor de la candidatura. Eso fue todo. Al llegar al turno de preguntas y ante las dificultades que Sonia Lopez Arribas tenía para argumentar sus propuestas y, sobre todo, para rebatir las cuestiones que se le planteaban, una intervención de Álvarez de Mon muy violenta y vergonzosa contra el entonces vocal de médicos jubilados de la JD de Fariña degeneró en una tángana de insultos y descalificaciones que hicieron que la candidata Sonia suspendiese el acto. Yo aproveché para acercame a ella, presentarme y prevenirle de que quizá no era consciente de dónde se estaba metiendo, como nos había pasado anteriormente a otros. Ella me lo agradeció y, lógicamente, insistió en su interés de sacar aquello adelante.

A pesar de que, una vez ganadas las elecciones, pedí tener una entrevista con la Presidente, no volví a tener la oportunidad de departir con ella hasta un año después y acompañada por otras personas.


Y llegó el día de las elecciones... Día luminoso y primaveral, largo e intenso y con un desenlace que yo creo que nadie esperaba. Estuve como interventor de mi candidatura en dos de las mesas de votación del Colegio, las del Gran y Pequeño Anfiteatro y fuí testigo presencial del recuento cuanto se cerraron las mesas. Eso me permitió deducir cuál podía ser el reparto de votos en la tercera mesa que había en el Colegio, la del aula Jiménez Diaz, la que mas votos recibió y la última en ser escrutada. Cuando al cerrarse las mesas electorales de todo Madrid empezaron a recibirse los votos vimos que la lucha se iba a limitar a un mano a mano entre nuestra candidatura y la de Uniteco. En ese momento hubo algún miembro de alguna candidatura que me confesó que de haberlo sabido habrían facilitado nuestra progresión para evitar la victoria de Uniteco. 
El caso es que cuando bien entrada la noche solo quedaba la citada mesa de la Jiménez Diaz, el escrutino daba una ventaja de unos 200 votos a Sonia López Arribas sobre la nuestra. Yo sabía que en las otras mesas del Colegio habíamos aventajado a esta y quedado por detrás de la de Miguel García Alarilla pero desde el primer momento fui consciente de que no sería suficiente para remontar esos 200 votos.
Había mucha tensión en las salas donde se colocaron las pantallas y nerviosismo hasta en la prensa. Me llamó la atención las amenazas públicas de unos de los candidatos de Uniteco (que por respeto a su edad no voy a nombrar) cuando debieron ver peligrar su victoria pero, al final, los pronósticos se cumplieron y perdimos por unos exiguos 64 votos.


La participación rondó el 13% y ahí es donde quedó reflejado el interés que nuestro Colegio genera; no creo que sea para que nadie nos sintamos orgullosos.  
Nosotros,  como candidatura nos sentíamos satisfechos, ya que con un exiguo presupuesto y con la única fuerza de la transparencia, con nuestra propuesta realista y sin dependencias habíamos conseguido casi igualar al tremendo despliegue del "capital".
Encargué y pagué de mi bolsillo unas rosas para agradecer a mis compañeras de candidatura el trabajo de los últimos meses y todavía por el Colegio hay quien dice que las encargué junto con champagne (que no cava) para celebrar el triunfo y que las pagué con dinero del Colegio.¡Cuanta envidia o cuanta soberbia!
Todavía a fecha de hoy nos acusan de no haber sabido digerir el resultado; sin embargo nosotros lo vivimos como un buen resultado (y creo que es general esa opinión) del que nos sentimos orgullosos y satisfechos


Lo aquí descrito no es todo, pero si es la verdad, con pruebas o testigos. Si todo lo que se puede decir de un grupo de colegiados que animados por otros muchos llegamos a donde llegamos son falsedades inconsistentes e indemostrables, eso nos hace sentirnos todavía  mas satisfechos por lo realizado.
Si algún día, en esta sociedad, Colegio de Médicos o no, se hacen las cosas pensando en el bien colectivo con criterios y con ideas y sobre todo con la independencia que da el no estar bajo el paraguas del dinero, ahí estaremos nosotros para apoyar a ese grupo o a esas personas.

Ser Médico es un orgullo, pertenecer al Colegio de Médicos de Madrid o su Junta de gobierno, un honor, hacer las cosas de forma altruista enriquece todavía más y para los que hemos dedicado gran parte de nuestra vida a ello sin pensar en los beneficios nos es fácil de entender; en cambio a los que toda su vida han merodeado alrededor del dinero y de las moquetas no les vamos a reconvertir nunca y menos si el olor a incienso les ciegan los sentidos.

Miguel Ángel Sánchez Chillón
Médico de Madrid







lunes, 23 de junio de 2014

¿El ICOMEM bajo el yugo empresarial?

La noticia se publicaba el 15 de noviembre de 2011, dos días antes de la convulsa asamblea a la que hacíamos referencia en el capítulo correspondiente de la Historia del Colegio de Médicos.
Por esas fechas, la prensa denunciaba las maniobras de la Correduría Uniteco Profesional para controlar los Colegios de Médicos de Madrid y Valencia

Uniteco maniobra para controlar los colegios médicos de Madrid y Valencia



Ayer, 22 de junio de 2014, prácticamente 3 años después, las Presidentas de ambos Colegios dirigen una carta abierta a sus respectivos colegiados que bien podría considerarse una llamada de socorro para preservar a los Colegios del control de empresas externas. No hacen falta más comentarios que la lectura de ambos documentos




Y si a esto unimos las declaraciones del Dr. Miguel García Alarilla, Vicepresidente y Presidente en funciones de la anterior Junta Directiva del ICOMEM, parece que la situación está llegando a su límite tolerable.
Mientras tanto, los actuales miembros de la junta reciben premios prediseñados, hacen publirreportajes a todo color y publican orgullosos la Memoria de Cuentas de 2013, RECHAZADA en Asamblea de Compromisarios.
Ni el Colegio podía llegar a menos ni su junta directiva a más....



Asunción Rosado López
Médico (y colegiada) de Madrid

viernes, 20 de junio de 2014

Réplica de Díaz Franco

A PROPÓSITO DE LA 4ª ENTREGA DE UN TEXTO DE MIGUEL ANGEL SÁNCHEZ CHILLÓN.

Añadir leyenda
Me habían comentado que Miguel Angel  Sánchez Chillón venía publicando en Sanifax un escrito por entregas titulado “La verdadera historia del Colegio de Médicos de Madrid”, que constituye un anecdotario sobre las experiencias y cotilleos durante su permanencia como Vocal de AP Urbana, en la candidatura de Juliana Fariñas, que  se había impuesto a los otros tres candidatos (Amaya, Sierra y Cabezas) en las elecciones de 2008.

También me advirtieron que Sánchez Chillón, subordinado mío en razón de mi cargo de Vocal Nacional de AP Urbana (él lo era de Madrid, uno más de los 52 Colegios que yo representaba), se tomaba en esas páginas lo que parecía ser una revancha personal, tal vez por la dependencia anterior conmigo. Ya se sabe, ni pidas a quien pidió, ni sirvas a quien sirvió.

He leído ese texto y, antes que otra cosa, lo que me provoca es lástima, porque en cada argumentación de su relato novelado, deja traslucir un desesperado intento por disimular el fracaso en lo que pudo haber sido y no fue, que es la cuestión de las cuestiones, la espina clavada que le mortifica, o sea, su derrota electoral ante Sonia López Arribas en los comicios de 2012 en el ICOMEM, de la que parece no haberse recuperado aún. Nada extraño, por otra parte, porque supuso una brusca renuncia a sus anhelos de llegar a la presidencia del ICOMEM y, roto ya el sueño, la vuelta a lo poco o nada de lo que había partido.

Pero también me causa asombro por la manera tan poco sutil de autojalearse, de venirse arriba en cada episodio justificativo, sin una mínima autocrítica y achacando a los demás deserciones, intenciones ocultas o errores que tendrían más fácil explicación buscándola más cerca, dentro de sí mismo, como parte negativa de una personalidad agresivo-triunfante  que Miguel Angel Sánchez Chillón ha sabido desarrollar. Todo ello se deja ver a las claras en  cada pasaje de un relato monocorde, con un estilo que recuerda vagamente el realismo onírico, donde el autor parece postularse como el testigo privilegiado que pretende hacernos creer que fue, quizá porque él mismo interiorizó esa compleja realidad sin mayores exigencias de interpretación. Aunque sólo fuera  por esto  habría que ser benevolente con su pretencioso y poco  compartible título de “La VERDADERA historia del Colegio de Médicos de Madrid”, con que el autor ha querido magnificar un texto plagado de trabajadas vulgaridades y lugares comunes, más próximas al chascarrillo que al rigor interpretativo de los hechos abordados.

De cómo las personas llegan a creerse el personaje que imaginan ser, está llena la observación de la conducta humana. Miguel Angel Sánchez Chillón no es una excepción. Llegado a  lacandidatura de Juliana Fariña“in extremis”, llamado a la misma “de rebote”, porque había que cubrir el hueco, muy pronto se reveló que, con los avatares de la fortuna, un espíritu ambicioso puede encauzar sus afanes. Sánchez Chillón pudo vivir así un momento de gloria en el seno de una Junta que, muy pronto, mostró fisuras por dimisiones, enfermedades, indefiniciones y pasividades que permitieron que, en un país de ciegos, medrara un tuerto.

Miguel Angel Sánchez Chillón vio su oportunidad y aprovechó los recursos, informaciones, contactos y visibilidad que proporciona la Institución para posicionarse como intérprete solista de su propia melodía, dejando para  el resto de la orquesta la canción del olvido.

Paralelamente, por mis solos y exclusivos méritos, gané las elecciones a Vocal Nacional de Atención Primaria Urbana de la OMC, en pugna con el candidato oficialista y con trabajosa y resignada aceptación por parte de algún testigo cercano

A partir de ahí, conversé muchas veces con Miguel Angel  Sánchez Chillón en virtud de nuestros respectivos cargos colegiales. Me reprocho en la distancia tanta charla inútil con alguien que ha pisoteado mi confianza. Veo tardíamente que Sánchez Chillón no era sincero, que daba una cara y escondía otra. Ahora me entero que le atediaba con mi conversación, llena de modismos, citas y giros sacados de mi repertorio novecentista o anterior; pero también es justo que él se entere de que me abrumaba con su altisonante brusquedad verbal y sus indeseados y reiterativos chistes, prodigados a tiempo y a destiempo. Demasiadas confidencias, demasiados compadreos, demasiados cánticos regionales, aunque ninguna exaltación de la amistad. Y todo ¿para qué? Para encontrarme, a fin de cuentas, que no somos nada , que detentamos representaciones  en AP, que asesoramos programas sociales que no nos corresponden, que asistimos a  Mesas de AP y a Foros de Médicos de AP que ayer nos eran propios, pero hoy ya no. ¡Qué se le va a hacer! Este es el veredicto inquisitorial de alguien a quien, pese a exigir mi expulsión del sistema, hay que seguir considerando compañero y, sin embargo, … compañero.

Así que, antes de devolver a Sánchez Chillón, por falsas y malintencionadas, sus tergiversaciones de algunos hechos compartidos y sus descalificaciones personales, reivindicaré  mi trabajo y mi participación presente y futura en las responsabilidades colegiales, brillante y tenazmente sostenidas por una Junta Directiva a la que tampoco él es ajeno.  Si bien se mira, no ha pasado tanto tiempo desde aquellos primeros momentos de su relación conmigo en que me adulaba, hasta los presentes, en que no intenta disimular su animadversión contra mi deseo y mi derecho de participación y de expresión en temas propios de mi formación y mi práctica médica habituales, como son los de AP, los socio-sanitarios y los psico-sociales, sin que la edad le autorice a discriminarme o excluirme, cuando la ley (la de todos, no la suya) me ampara. De todos modos, por esos motivos acumulados y por los que pueda aún reservarme, le veo con serias opciones a presidir mi club de fans.

jueves, 12 de junio de 2014

Cap IV: LA VERDADERA HISTORIA DEL COLEGIO DE MEDICOS

 


     Nos habíamos quedado, al final del capítulo III en el inicio de conversaciones con distintos representantes de instituciones de cara a proponer lo que podría ser una futura candidatura a la Junta Directiva del Colegio.


     Celebramos una primera reunión y entre unos cuantos de los allí presentes, redactamos un documento a modo de declaración de intenciones de lo que nos proponíamos  hacer. Para esta reunión y la siguiente, Julian Ezquerra nos brindó la sede de AMYTS  y yo, mientras tanto, empecé a escribir un borrador de lo que entendía debería ser un programa realista y factible para proponer en una posible candidatura.


     En ésas dos reuniones que se celebraron a finales de 2011, la mayoría de los presentes eran representantes de AP y muy pocos de otros ámbitos de la medicina madrileña, incluído el hospitalario. Desde los primeros momentos éramos consciente de la dificultad de reunir una candidatura homogénea, con médicos que cumpliesen los requisitos exigidos para tomar los mandos de cada una de las vocalías o puestos de la comisión permanente de la Junta Directiva. Debatimos sobre la necesidad de buscar una persona que encabezara la lista y que, partiendo de la idea común, tuviese un perfil renovador en consonancia con lo que siempre entendimos para la imagen de Presidente de un Colegio profesional. Algunos dimos nombres que cumplían ese perfil y yo personalmente propuse a un prestigioso jefe de servicio de hospital.


      Para ampliar el proyecto al ámbito hospitalario y universitario, el propio Julián Ezquerra se ofreció para reunir a la sección de su sindicato que trabajaba en hospitales y quedamos en tener una tercera reunión en su sede para ya hacer un grupo más amplio y que englobase las facetas profesionales mayoritarias.  Tras estas dos reuniones en la sede de AMYTS,  con el grupo ya trabajando y el cronograma encauzado, nos emplazamos para unos días después, pasadas las fiestas navideñas.           


       Volviendo atrás en el tiempo ¿que había ocurrido con la situación del Colegio, las tensiones internas y la convocatoria de Asamblea Extraordinaria de Compromisarios?  Efectivamente, en un clima de máxima tensión interna con los miembros de la JD expectantes y con los trabajadores como nunca les había visto, el 17 de noviembre se había celebrado el evento con una gran afluencia de compromisarios, enorme despliegue de medios de comunicación y miembros de seguridad, de forma que en el aula Jiménez Díaz no cabía ni una seda de cinco ceros.
        
                La seguridad, en manos de fornidos señores trajeados y visiblemente intercomunicados, probablemente fuese contratada por la empresa de congresos del Colegio (Esbratina) y presuntamente a petición de Núñez, porque desde luego la Junta Directiva del Colegio no lo había hecho.Se encargó la grabación de la Asamblea, con cámaras de video y eso no salió de la JD; la grabación no quedó bajo custodia de la junta y sí me consta que fué vista fuera del Colegio enseguida. A buen entendedor……..

         Así pues, en una soleada mañana y con el Colegio rodeado de cientos de personas, Juliana Fariña consiguió entrar en la sala por una puerta trasera visiblemente cansada, ajada, muy desmejorada y sin su habitual coquetería; se sentó a presidir la Asamblea acompañada, en la misma mesa presidencial, por el letrado Antolín Navarredonda, nombrado unos días antes jefe de la Asesoría Jurídica del Colegio por el citado sistema de la carta procedente del exterior de Santa Isabel. En ese momento se produjo una de las situaciones más esperpénticas pero a la vez más estimulantes de toda esta historia. La sala entera, todos los allí presentes, representantes de los médicos, abucheando y pataleando no cejaron durante casi una hora hasta que de esa sala se echó al señor Antolín con frases de “fuera de nuestro colegio”. Resúmenes de prensa aquí y aquí y crónica de la Asamblea


El resto de la Asamblea fué una cascada de intervenciones de compromisarios defendiendo a la corporación y en contra de las ocultas intenciones de la aseguradora y de su entorno;  por fin, en las votaciones se rechazaron todas las propuestas incorporadas en el orden del día y que con oscuras maniobras había urdido toda la “familia” Núñez. La votación a favor de adelantar las elecciones sólo fue respaldada por 6 compromisarios, Emilio Villa (actual Secretario), Jesus Lago( Director de la Fundación), Sara Vázquez (esposa del anterior), Alvarez de Mon, y un par más de amigos o familiares.


Al dia siguiente, de resultas de esta Asamblea y como no podía ser de otra manera, la Profesora Fariña dimitió de su cargo como Presidente del Colegio de Médicos de Madrid después de más de  11 años al frente del mismo, cerrandose un capítulo e iniciandose un proceso preelectoral que acabaría el 24 de mayo del 2012.
      
Retomando el asunto de las reuniones para el proyecto de  candidatura, pasó la Navidad esperando la propuesta de fecha para la reunión de la parte hospitalaria y la parte de atención primaria. Ya estaba claro que habría elecciones al Colegio de Madrid en la próxima primavera; no había ya urgencia y los que quisieran presentarse a las misma tendrían tiempo suficiente para preparar su candidatura y ni Uniteco ni nadie partiría con ventaja sobre el resto. La prensa sanitaria comenzó a hacer quinielas y algunos médicos manifestaron su intenciones de presentarse. El primero en hacerlo de forma clara fué Miguel García Alarilla, en ése momento presidente en funciones, y le agradecí que insistiera en que le acompañase en su proyecto, aunque obviamente no coincidíamos en nuestra visión de lo que creíamos debía ser un colegio para el futuro.


En esos primeros días del año 2012, comencé a hablar y describirles nuestro proyecto a significados médicos del ámbito hospitalario siendo recibida la idea con gran aceptación. Pero entonces ocurrió algo que iba a ser clave en el desarrollo de los acontecimientos posteriores y que iba a ir descubriendo las cartas que algunos jugaban y sus verdaderas intenciones con respecto al Colegio.


Un día del mes de enero, mientras esperábamos la llamada de Julián Ezquerra para reunirnos en AMYTS, recibo otra, a las 13-14 h de la tarde para que acuda al Colegio como miembro de la Junta Directiva para mantener una reunión con la cúpula  del sindicato. Allí estaban Bernabeu, Lopez de la Morena, Lopez-Cortijo y el propio Ezquerra, entre otros, en representación del sindicato. Tras departir sobre temas varios y comer juntos, quedó claro que al menos los allí presentes podrían apoyar la candidatura de García Alarilla. Esa misma tarde pregunté, visiblemente sorprendido, a Julián Ezquerra sobre la idea de seguir reuniéndonos y sobre su propuesta de aunar al grupo de hospitales de AMYTS al proyecto. Su respuesta no fue lo suficientemente clara pero si dejaban entrever que AMYTS y en concreto el primer impulsor de iniciar las reuniones, se bajaban en marcha sin demasiadas explicaciones.


Esa tarde/noche mandé un correo electrónico  al resto del grupo contando lo que había ocurrido, con copia a Ezquerra, e invitando a todos a seguir las reuniones en otro lugar y ya sin la  presencia de Julián. Él mismo entendió la situación y confirmó que se desvinculaba del futuro proyecto y de las consiguientes reuniones.


Fue en ese momento cuando resurgió la figura de uno de los actores de doble cara de esta historia, Juan José Diaz Franco: vocal nacional de Atencion Primaria y ya al final de su carrera, con un verbo siempre plagado de modismos, citas  y muchos y largos giros; un hombre con maneras algo más propias de otra época, tratando de impregnar de erudición y adulación todo su comportamiento y que, si bien de entrada aparentaba ser de trato afable, al cabo de los minutos su conversación resultaba difícil de sobrellevar... ;  fué él quien que tomó el relevo de Ezquerra  al invitarnos a seguir las reuniones en una sala de la Escuela Nacional de Medicina del Trabajo anexa a la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense. La verdad es que él fue de los primeros en animarme a que organizásemos una candidatura e incluso llegó a proponer que yo mismo pudiera ser el candidato a Presidente entre otros posibles; sin embargo lo ocurrido posteriormente me demostró que lo que él quería era otra cosa, como a continuación describo y esas adulatorias eran parte de su plan y de su personalidad.


El caso es que retomamos las reuniones ya con incorporaciones de médicos y representantes de sociedades científicas de especialidades hospitalarias. La única reunión que tuvimos en la Escuela Nacional de Medicina del Trabajo, en el anexo al despacho de Diaz Franco, selló el grupo definitivo y reforzó la filosofía de todos los que al final trabajaríamos hasta el día de las elecciones. En esa reunión hubo un par de momentos de cierta tensión. El primero, cuando Diaz Franco comentó que podíamos buscar una empresa que financiase la candidatura. Todos a una y como espoleados por un resorte saltamos para manifestarle con rotundidad que, si pretendía hipotecar la independencia de la candidatura a los intereses de una empresa, nos íbamos y no seguíamos. El segundo y definitivo fue, cuando al llegar al punto del cabeza de lista, se propuso mi nombre y se debatió sobre ello. En ese momento, Diaz Franco se puso en pié y con las palabras  “se me pasa el arroz y yo quiero ser Presidente del Colegio de Médicos”, decidió marcharse a formar su  candidatura y dejarnos en su despacho mientras seguíamos con lo nuestro.


Juan José Díaz Franco ya me había contado que había ido a ver a Diego Murillo, presidente de AMA, con el fin de que le financiara una candidatura. Por lo que me contó, creo que lo único que le sacó fué un bolígrafo o una pluma de cortesía. Parecía claro que su principal interés, cuando se  acercó al Colegio para que Juliana Fariña y yo, como vocal de AP, apoyáramos su candidatura a la OMC, era buscar un trampolín para otros objetivos más altos y que el grupo recién formado no le viese como él quería le produjo esa reacción de soberbia.


De esta reunión de Diaz Franco con Murillo dió cuenta la prensa del ramo en su momento. Yo, por esas fechas, todavía no había tenido la oportunidad de conocer y, por tanto, hablar con el presidente de AMA que en algunas ocasiones había sido acusado por la correduría Uniteco de estar detrás de nosotros o de otros. A fecha de hoy sigo sin haber tenido la oportunidad de saludar al presidente de A.M.A. por lo que la tan cacareada "posible relación entre nosotros" simplemente no existe.


El cualquier caso, ese día quedó definitivamente constituido el grupo, las bases fundamentales y gran parte de lo que luego sería la propia candidatura. Desde entonces utilizamos una sala de la sede de Médicos del Mundo, donde yo había dedicado largos periodos de mi vida profesional y en donde habían colaborado, con puestos de mucha relevancia, algunos de los miembros del grupo y que obviamente, nos cedían de forma altruista. A partir de esas fechas todo el trabajo se impregnó de ilusión, alegría y espíritu de equipo por el convencimiento de que lo que hacíamos era de corazón, sin anclajes de ningún tipo y con una idea clara del Colegio que queríamos proponer a nuestros compañeros; en mi opinión fue alentador ver que cada uno de los componentes de aquel grupo tenía calidad humana y profesional suficiente para aportar, sumar y enriquecer el programa y a la colegiacion.


             Las noticias iniciales que la prensa interesada contaba sobre nosotros, nos producían momentos de hilaridad por su inconsistencia, sus errores y su mala intención. Desde reuniones en sedes sindicales que no conocíamos hasta encuentros que no se habían producido o comidas en restaurantes que no habíamos pisado nunca...


       Revisamos el programa y le dimos varias vueltas; algunos del grupo con experiencia en dirección de asociaciones de mayor presupuesto quisimos darle consistencia a la posibilidad de gestionar el presupuesto colegial y tras muchas reuniones, entrevistas, etc, fuimos completando los nombres de los que seríamos candidatos a cada puesto. Todavía a fecha de hoy, los que formamos la candidatura y el resto del grupo que nos apoyó y  trabajó, seguimos siendo un grupo cohesionado que nos reunimos, departimos y mantenemos el trabajo de análisis de la situación de nuestra sanidad y de los eventos que ocurren en el Colegio.


Completar la candidatura con personas que cumplieran los requisitos que exigen los estatutos colegiales, que fueran capaces de afrontar la responsabilidad  de su vocalía o puesto en una Junta Directiva, que tuvieran aptitudes suficientes para el trabajo,  capacidad para afrontar retos y resolver problemas sobrevenidos en un colegio del tamaño del madrileño, no fue un trabajo fácil pero si muy gratificante;  aunque no consiguiéramos los votos suficientes,  nos dió una experiencia inolvidable. Digo esto porque mientras nosotros trabajábamos y aguantábamos los embates de cierta prensa y de las gacetillas pro-correduría, tuvimos ocasión de vivir cómo se hacen muchas cosas en nuestra sociedad extrapolando la política colegial como una pequeña muestra de ello.


El 18 de abril, la publicación sanitaria “Sanifax”, que hasta entonces había sido muy crítica con nosotros, sacaba un relato de las diferentes reuniones que habían tenido algunos de los candidatos a la presidencia del Colegio con el Sr. Núñez de Uniteco Profesional. El relato sobre esas negociaciones en el que aparecen nombres de “clásicos” como Carlos Amaya o López de la Morena, junto con candidatos como Guillermo Sierra u otros más en la sombra, como Álvarez de Mon. En lugar de basar una candidatura en un programa y en el trabajo de un equipo adaptado y apto para el mismo, el relato de estas entrevistas parecía que tuvieran por finalidad el reparto de puestos y poderes, alianzas y desencuentros que convertirían en poco creíbles a cada uno de los allí nombrados. Por supuesto , los actores principales, Núñez y su brazo derecho Álvarez de Mon, aparecían en todas las combinaciones.


       Por si esto no fuera suficiente recordemos que:


  • Diaz Franco inició su andadura con nosotros y se fué porque quería ser presidente,
  • Guillermo Sierra, a través de intermediarios, intentó hacer una coalición con nuestra   candidatura aludiendo a "afinidades políticas" (?)
  • García Alarilla, mucho antes, ya me había propuesto formar parte de la suya.


      En la actualidad, Miguel García Alarilla se dedica a sus actividades profesionales como médico ginecólogo; Guillermo Sierra participa activamente en las asambleas de compromisarios aunque en esas elecciones de 2012 no sacó suficientes votos para seguir siéndolo y mantiene una actitud beligerante contra parte de la Junta Directiva del colegio mientras colabora con la otra parte y Juan José Díaz Franco, a pesar de estar jubilado y haber dejado su puesto en la OMC al no ser reelegido, ha conseguido ser nombrado asesor de la Junta Directiva del Colegio, asesor de la Mesa de AP aunque no sea médico de Atencion Primaria, trabajar en el Programa de Protección Social  y cobrar honorarios por estos servicios u otros. Y esto no deja de ser curioso, ya que todos los mencionados nos reunimos el 15 de mayo a instancias de Guillermo Sierra en el hotel Miguel Angel, a 9 dias de las elecciones y para hablar de cómo evitar que la Junta Directiva promocionada por Uniteco (es decir, la actual) consiguiera la victoria en los comicios del 24 de mayo "fuese como fuese". Curioso que en dos años dos de los asistentes estén más cerca que lejos de su por entonces denostado Uniteco


     Sobre lo que siguió y todo lo sucedido previo a las elecciones versará el siguiente capítulo


MIguel Ángel Sánchez Chillón
Médico de Madrid