miércoles, 25 de febrero de 2015

La controvertida historia del Director General del ICOMEM

Antonio Mora, nombrado en su día Director General del ICOMEM ha sido una persona tremendamente controvertida tanto por los propios compromisarios y colegiados de Madrid como por la prensa y como por los propios que lo nombraron, ensalzándole en su día y demonizándole poco después.
Y muchos hemos estado "desorientados" sin saber a qué atenernos ante las diferentes versiones que sobre él se contaban.
Hoy, que es noticia por su triunfo en los tribunales, queremos hacer una reflexión sobre su trayectoria desde que llegó al Colegio hasta ahora.
Intentamos clarificar una situación que, de principio a fin, ha sido intencionadamente confusa.

Poco después de la toma de posesión de la actual Junta Directiva del Colegio de Médicos nos llegaban desde dentro del colegio noticias sobre la contratación de un Director General que nadie conocía. 
Como sabíamos quién había financiado esa Junta Directiva (Gabriel Núñez, dueño de Uniteco) no era de extrañar que todos, trabajadores y colegiados pensáramos que había sido traído también por la propia correduría. Nos empezaron a contar cosas sobre sus "recortes", sobre el control que ejercía sobre los trabajadores (más sobre unos que sobre otros) y sobre "los toques" que iba dando al personal. A nadie se le ocurría, por entonces, que la linea de trabajo de Antonio Mora estuviera en total contradicción con las instrucciones empresariales que someten sistemáticamente al Colegio.
Todos pensábamos que formaba parte del mismo entramado, algo que el transcurso de los acontecimientos desmentiría de forma rotunda.

Durante el mes de septiembre de 2012 se empezó a rumorear por el Colegio que iba a haber algunos despidos. Efectivamente, uno a uno fueron desfilando por el despacho de Antonio Mora cinco trabajadores del colegio, algunos de los cuales llevaban años allí y, por unas razones o por otras, se les entregó la carta de despido. Todos ellos interpusieron la correspondiente demanda ante Magistratura de Trabajo y el Colegio, reconociendo que los despidos eran improcedentes llegó a una conciliación con cada uno de ellos, aceptando unas indemnizaciones por una cuantía cercana a los 400.000€, que obviamente pagamos los colegiados.
A muchos nos dolieron los despidos sobre todo por la constancia de que eran totalmente injustos, que no respondían a intereses colegiales y que venían impuestos desde fuera para colocar en su lugar a peones más agradecidos y MENOS INFORMADOS

Y luego llegó la Asamblea de Compromisarios del 12 de diciembre de 2012 para aprobación de los presupuestos. El Dr. Guillermo Sierra destapó y abanderó la protesta de muchos de los presentes por el presupuesto total que se le asignaba al Director General: 153.000 €
Además se proyectó en pantalla grande el curriculum del director, poniendo de manifiesto que su experiencia previa en tareas de dirección se habían desarrollado en el ámbito de la hostelería.
Entre unas cosas y otras, el Dr. Sierra dijo una frase que queda reflejada como sigue en el acta de esa Asamblea: "Se ha visto muy claro, he dicho que si vds. quitan la figura del Director Gerente que aquí tuvimos una experiencia y nos fue muy mal y todavía estamos pagando las deudas de entonces, posiblemente estos presupuestos se hubieran aprobado" (perdón por la horrible sintaxis, pero así suelen ser las actas del Secretario, Dr. Villa)
Añade, además y copio textualmente: "El Dr. Sierra acaba exponiendo que si no se quita la partida del Director General estos presupuestos no pueden ser aprobados" Si bien hay que señalar que esta afirmación la hace por su cuenta y riesgo, sin consultar con el resto de los compromisarios presentes

En ésa asamblea se defendió, por parte de la Junta Directiva, la figura del Director General con frases como esta de la Tesorera:  "Nuestro director general no puede hacer nada sin aprobación previa de la Junta Directiva y la intención de ésta Junta Directiva es conseguir lo mejor para el colegiado a través de una buena gestiónNosotros somos médicos, no somos gestores y la figura del Director General es ayudarnos a gestionar internamente el colegio de modo que redunde en beneficio para los colegiados"

Consideramos también interesante, por lo que pasó después, recordar las palabras de la Tesorera en cuanto a las retribuciones de Antonio Mora: "La retribución del Director General no son 153.000 euros, eso incluye los seguros sociales y los gastos de representación que se le han atribuido no para que se los gaste sino como un techo máximo de gasto. La retribución se va a dividir en una retribución fija y otra variable en función de objetivos. Esos objetivos estarán encaminados a que consiga una buena gestión del Colegio de manera que el superávit que tenga que conseguir para el Colegio supere la cuantía que se le va a remunerar como variable. Los sueldos de cualquier directivo en general, para desgracia de los médicos, en España están muy por encima de los sueldos de los médicos. Los sueldos de los directores generales de empresas privadas rondan esas cifras"

Parece claro que, salvo que la Junta estuviera abducida, algo que no creemos, el Director General no solo había sido aceptado por todos sino que era públicamente defendido, no solo su nombramiento y la necesidad de su cargo y los poderes atribuidos sino también los emolumentos comprometidos.

Después de esta Asamblea, y al no aceptarse el presupuesto, quedó claro que no podía seguir existiendo la figura de Director General con ese sueldo. Así pues, tras varios avatares, se formaliza nuevo contrato y Antonio Mora queda como Asesor de la Junta Directiva y con un sueldo considerablemente menor, aunque seguía realizando las mismas tareas que cuando era Director General

Aún así, y sin aviso previo, en el pleno del 7 de octubre de 2013 y de forma inesperada y sin figurar en el Orden del Día, se decide el despido del entonces asesor. ¿Por qué razón?
Luego intentaremos aclarar éste y algunos puntos más.

Haciendo uso de sus derechos más elementales y considerando el despido improcedente, el Sr. Mora acude a los tribunales. Como respuesta, parte de la Junta Directiva, con algún letrado de la Asesoría Jurídica a la cabeza decide denunciarlo por "revelación de secretos" basándose en unos "extraños" correos electrónicos; en este momento el proceso está en tramitación por el Juzgado nº 50 de Madrid y sorprendentemente, tres de los demandantes han pasado a ser imputados. Hablamos de la Vicepresidenta, Dra. Ana Isabel Sánchez Atrio, el Secretario, Dr. Emilio Villa Alcázar y el Jefe de la Asesoría Jurídica, Sr. Carlos Hernández Martínez Campello. Viene siendo lo que se llama "dar la vuelta a la tortilla"
Pronto, imagino, sabremos por qué esta transformación de demandantes a imputados... de momento, ahí lo dejamos

En fin, volviendo a Magistratura de Trabajo, el pasado mes de diciembre el juez falla a favor de Antonio Mora y ordena su readmisión en el Colegio. Por tanto, el primer día laborable después del dictamen, el 22 de diciembre, el Sr. Mora (previo aviso) se presenta en el Colegio con la intención de desempeñar las funciones que le encargue la Presidenta pero (sería gracioso si no fuera penoso) se encuentra con una carta de despido firmada por los ocho de siempre de la Junta Directiva

El colofón de esto es lo que conocimos ayer: una de los asuntos que tenía pendiente el ex Director General era la justificación de sus gastos, que también habían solicitado por vía judicial. Pues bien, a pocas horas del juicio, el letrado del colegio recomienda a la Junta que se retire del caso porque Mora no solo ha justificado sus gastos sino que incluso tiene testigos, facturas etc. Todo transparente y, bueno... pues no hay caso. Y antes de que el juez se mosquee, mejor desaparecer... Este es el último y actual  "éxito" en los tribunales de los ocho miembros de la Junta

Siendo ésta la historia del paso de Antonio Mora por el colegio... ¿hay alguna explicación para todo aquello que los compromisarios y resto de colegiados cuestionaron en su día? ¿la postura de la Junta Directiva respecto a este señor fue como ahora cuentan?

Veamos;  los ocho de la Junta repiten hasta la saciedad y a todo el que le quiera escuchar, que el Director General les fue impuesto. Esto es risible, ya que viendo la trayectoria de esta Junta de Gobierno, pensar que "permitieron" que la presidenta impusiera algo es poco creíble; recordemos que por entonces eran 12 contra uno... Siendo cierto que la Presidenta le propuso para el cargo por el conocimiento que tenía de su gestión, el acuerdo de contratarlo fue tomado por unanimidad (es decir, por los 13 miembros), mostrándose de acuerdo puesto que, salvo el Dr. Villa, nadie conocía los entresijos del Colegio

Se criticó mucho su curriculum porque su carrera era Turismo,  con un Curso Superior de Gerencia y Dirección Hotelera siendo Director de complejos turísticos desde 1996 a 2009. Estando de acuerdo en que no hay mucha similitud (en cuanto a servicios) entre un Colegio de Médicos y un complejo hotelero, hay que reconocer que desde el punto de vista exclusivamente empresarial (el ámbito de un director general), el Colegio no es más que una empresa pequeña, con un presupuesto sencillo y cuantitativamente pequeño, relativamente poco personal y servicios de escasa complejidad. Cualquier gestor empresarial con experiencia encontraría muy sencilla su gestión

Cuestionemos sus emolumentos de manera objetiva (subjetiva sería decir lo que yo pienso de estas cifras) y viéndolo desde el punto de vista exclusivamente empresarial: cuando se habló de las condiciones que él ponía a la Junta Directiva para dejar su trabajo hasta ese momento (lo dejó definitivamente, no en excedencia, para comprometerse con una "dedicación exclusiva"), él pidió cobrar lo mismo que cobraba en su anterior empresa, y aportó como prueba su contrato de alta dirección anterior. Es más, para poder ejercer una dirección absoluta del Colegio, se le hicieron unos poderes amplísimos, con capacidad de decidir pagos de gran entidad, capacidad de pago que él jamás quiso utilizar. Sí utilizó extensamente sus poderes en el campo de gestión de personal y en la contabilidad del Colegio, como luego veremos. Como la Junta estaba recién llegada, el nuevo contrato se redactó con la asesoría jurídica, y además, él requirió que se elevara ante Notario, para más garantías.
E insitimos: fue contratado y con ese salario por acuerdo unánime de TODA la Junta, así que no procede que vengan a decir ahora "nos obligaron..." Si no estaban de acuerdo, si les parecía una cantidad desorbitada, podían haberse negado. además, ya hemos leído anteriormente cómo la Tesorera defendía y justificaba estos emolumentos

Según lo que se presentó a los compromisarios en esa Asamblea de diciembre de 2012  el sueldo bruto eran 90.000 (70.000 + 20.000 por dedicación exclusiva y disponibilidad total). Aparte, cobraría una retribución variable de hasta 45.000 brutos SIEMPRE QUE EL SUPERÁVIT SUPERARA LOS 70.000 de su sueldo  y sin detrimento de los servicios prestados a los colegiados. El resto eran gastos de representación que según se ha demostrado ahora, nunca llegó a agotar. Es decir, si su gestión era "mala", costaría 90.000 a los colegiados, pero si era "buena", dependiendo del superávit podría costarles cero si conseguía ahorrar ... y lo que sucedió es que el primer medio-año 2012 ahorró más de MEDIO MILLÓN (que se quedó en 84.000 por culpa de las indemnizaciones por despidos), y en los 10 meses de 2013 que estuvo, más de UN MILLÓN. En números redondos, Antonio Mora les ha costado a los colegiados - 1.351.000 euros (resultado del superávit total de 1.500.000 MENOS su sueldo total en los dos años, unos 149.000). Aunque le tendrán que pagar su sueldo estos últimos meses si el Supremo confirma por tercera vez la nulidad del juicio; hablamos de otros 105.000 más, que restados de 1.351.000, sigue dando saldo positivo 

En cuanto a los despidos... ¿no debió cuestionarlos? Lo cierto es que, aunque era un Director General con amplísimos poderes, entre ellos, lógicamente, no debía estar cuestionar los acuerdos de la Junta. Mi opinión personal es que aunque no se cuestionasen, posiblemente sí era función del Director comprobar la pertinencia de los despidos. 

Y ¿por qué fue despedido Antonio Mora? Parece ser que su buena gestión económica puso de manifiesto determinados "desajustes" que estaban teniendo lugar en los asuntos financieros del Colegio; quizá, y presuntamente, se estaban efectuando pagos "raros"; salieron de la nada partidas que él denunció y se negó a hacer efectivas, presupuestos presuntamente excesivos para determinadas actuaciones que no revertían en beneficios para los colegiados. En fín, que empezó a resultar muy molesto

Desgraciadamente, Antonio Mora fue tremendamente eficaz con los despidos que él gestionó (improcedentes, se indemnizan y se echan "sin problema"), pero sin embargo la Junta no es capaz de conseguir esa misma eficacia con su propio destino... 
Siguen de juzgado en juzgado, a ver si suena la campana y consiguen que desaparezca... De momento, sin fortuna

O sea, que probablemente ni ángel ni demonio. O mejor dicho... para quien empezó como ángel, terminó como demonio...


Asunción Rosado
Compromisaria del ICOMEM




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