Aunque va dirigida a los designados como compromisarios, creemos que es de sumo interés que toda la colegiación sepa lo que está pasando en el Colegio de puño y letra de su Presidenta.
Querido Colegiado y Compromisario del Colegio de Médicos de
Madrid,
Soy Sonia López Arribas, y fui elegida Presidenta del
Colegio de Médicos de Madrid en mayo de 2012, por un período de 4 años que
finalizará en 2016.
En primer lugar, te ruego que disculpes mi atrevimiento de
dirigirme a ti a través de este correo, pero, como quizá sepas ya, en el
Colegio se me intenta impedir mantener una comunicación regular con vosotros,
por lo que no tengo otra forma de comunicarme contigo que la prensa, a través
de la cual te dirijo regularmente cartas abiertas, y este correo.
Hace algo más de tres años, era una simple colegiada de
Madrid como tú, entregada al desempeño de mi profesión como médico militar y
especialista en Psiquiatría, y añoro volver al pleno ejercicio de mis funciones
como médico dentro de algo más de un año. Como probablemente lo seas tú, yo era
crítica con el Colegio porque me parecía que los 321 euros que pagaba
anualmente no revertían en servicios acordes con ese coste.
La oportunidad que pensé que tendría de aportar alguna
mejora en el Colegio de Médicos, se truncó pronto, cuando comprendí que, para
una serie de intereses comerciales que llevaban muchos años beneficiándose de
una situación de privilegio en el Colegio, las opciones que me ofrecían eran
plegarme a mantener sus privilegios a costa de los intereses de los Colegiados,
irme y dejarles el campo libre en el Colegio,… o atenerme a las consecuencias.
La mitad de los vocales de la Junta Directiva
dimitió antes de cumplir el año de mandato, y yo pronto empecé a ser
desprestigiada de forma sistemática por un par de páginas web, amparadas en el
derecho a la libertad de expresión, hasta superar ampliamente el centenar de
artículos difamatorios, incluyendo los de esta semana, con presuntas calumnias
de las que nunca se aporta la menor prueba. A ello han seguido diversas
denuncias penales contra mí, alguna de ellas ya sobreseída sin apreciar el
menor indicio de delito, y ninguna de las cuales ha prosperado hasta
convertirse en acusación hasta la fecha.
Aunque es cierto que el esfuerzo personal y familiar que me
supone está siendo intenso, poca dignidad tendría si, como consecuencia de
ello, acabara plegándome a unos burdos intereses comerciales y abandonando el
compromiso que adquirí con vosotros el día que tomé posesión de mi cargo. Otros
miembros de la Junta
Directiva a la que pertenezco, confrontados con la misma
alternativa, han tomado otras decisiones. Por supuesto, en estas condiciones,
es difícil pensar que esta Junta Directiva pueda tener un proyecto de auténtica
mejora en los servicios a los Colegiados, y las iniciativas que salen adelante
a menudo tienen relación con contratos o servicios de los que no se demuestran
beneficios palpables para el conjunto de los Colegiados, pero sí para otros
intereses, con mi voto particular en contra cuando éste es el caso.
Eso sí, los Estatutos del Colegio conceden en exclusiva al
Presidente unas amplias facultades, que sí me permiten, aún en minoría,
intervenir decisivamente en defensa de los intereses de los Colegiados, en las
actuaciones más relevantes de la vida colegial. Especialmente en los críticos
momentos de aprobación del presupuesto y de las cuentas anuales, únicos en los
que puedo expresar, cara a cara y con total libertad y transparencia, todo lo
que está ocurriendo en el Colegio, ante el órgano supremo de la representación
colegial, la Asamblea
de Compromisarios.
Precisamente la intervención de los Compromisarios para no
aprobar los presupuestos que le ha propuesto esta Junta Directiva en los
últimos dos años, es la que ha obligado a contener de alguna forma el gasto en
el Colegio, aunque, si se ha vuelto a obtener un superávit de cerca de un millón
de euros en las cuentas, es debido a que se ha recaudado más de un millón que
se sabía que sobraba, porque se tenía la experiencia del año anterior, en el
que sucedió lo mismo.
Ahora, que se ha reunido el ahorro de más de dos millones de
euros en los dos últimos años, tengo la certeza de que se intentará gastar de
forma que sirva a los intereses comerciales que rodean al Colegio, no a los
intereses de los Colegiados.
No voy a pedirte que confíes en mí. La confianza no es algo
que deba pedirse, es algo que se gana, y no aspiro a que me prestes la tuya,
sino a darte pruebas que te permitan tomar decisiones sólidas pensando en tu
beneficio y en el general de tus compañeros.
Yo no te voy a pedir, como otros, que “creas” que es mejor
para ti seguir pagando la misma cuota, cuando con mucho menos se financian los
servicios colegiales esenciales. Yo te voy a proponer que, como eres tú el que
decides, decidas que tú y tus compañeros paguéis un 30% menos de cuota por esos
mismos servicios.
Yo no te voy a pedir, como van a hacer otros, que “creas”
que te convienen una larga lista de contratos, por valor de varios cientos de
miles de euros, que ellos han aprobado sin contar con la Asamblea , y que les han
dado a dedo a una serie de empresas relacionadas con el Colegio. Yo te voy a
proponer que exijas la rescisión de todos esos contratos, y que para los
siguientes, te presenten a ti primero la justificación de su necesidad, y que
cuando los apruebes, los saquen a concurso público.
Yo no te voy a pedir, como van a hacer otros, que “creas”
que es mejor para ti que el Colegio se gaste 700.000 euros de tu dinero, en una
obra que no necesita para su actividad colegial. Yo te voy proponer que exijas
que la propuesta de cualquier obra de gran entidad se te presente a ti para su
aprobación, previa memoria de justificación de su necesidad basada en la
actividad colegial, no en el alquiler de las salas del Colegio en beneficio de
una empresa privada.
Pero, para poder presentarte esas propuestas, junto con las
pruebas de en qué se ha gastado tu dinero, y para que puedas exigir que se dé
marcha atrás en el gasto que se está haciendo, y que se haga exclusivamente en
el interés general de los médicos de Madrid, es necesario que acudas a la Asamblea del próximo viernes,
24 de abril.
Otros han hecho todo el esfuerzo posible para que ni
siquiera te enteres de que se va a celebrar esa Asamblea. No encontrarás
mención alguna a la fecha de su celebración en la página web del Colegio, y
ahora que saben que te he invitado a ella, andan inventando explicaciones para
no permitirte ejercer tus derechos como Compromisario, en esa Asamblea.
Nuestro esfuerzo no vale de nada si no vienes, y dejas que
sean otros, en base a otros intereses, quienes tomen las decisiones de cuánto
dinero van a cobrarte como cuota, en qué van a emplearlo y quién se va a
beneficiar de él. Ven, infórmate, y decide.
Atentamente,
Sonia López Arribas, Presidenta del Colegio de Médicos de
Madrid
Nos permitimos enlazaros esta otra entrada, escrita en febrero de 2014, hace más de un año, cuando denunciamos a la colegiación que la postura de la Presidenta dentro de la Junta distaba mucho de la que mantenían los otros miembros. Efectivamente, es una opinión personal, pero que tanto en su día como ahora, pretende ser sincera y lo más objetiva posible. Podéis leerlo aquí
Y ahora, como siempre, a esperar las difamaciones de los libelos. ¿Es malo o incorrecto llamar libelos a las publicaciones que difaman, mienten, manipulan y se venden a intereses económicos? Esta pregunta se la hago los tres correveidiles habituales, las voces de su amo, los vendidos...
Esperando respuesta....
Asunción Rosado
Médico de Madrid
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