"Nuestra candidatura apuesta decididamente por un colegio limpio y ejemplar, tanto para los médicos de Madrid, como para la sociedad madrileña"
Como en cualquier otra organización, el
presupuesto del Colegio se establece en función de sus ingresos y gastos.
Considero que los ingresos actuales son más
que suficientes para garantizar el día a día de la institución y prestar más y
mejores servicios a los médicos colegiados.
Desde mi punto de vista, la clave esta en la
gestión de gastos; si somos capaces de reducir los gastos superfluos, tendremos
más recursos disponibles para implantar a lo largo de los próximos 4 años las
propuestas organizativas, profesionales, científicas y sociales que constituyen
nuestro programa electoral.
¿Qué ofrece esta candidatura en la
gestión económico-financiera del Colegio?
Nuestra propuesta es implantar un protocolo
escalonado de firmas para la gestión económico-financiera del Colegio; de
manera obligada, para los proyectos aprobados por la Asamblea de Compromisarios que generen gran volumen monetario.
Estamos en un momento en que la mayoría de
las personas de nuestro entorno, rechazan cualquier cuestión relacionada con el
fraude, la corrupción o las comisiones.
Nuestra candidatura apuesta decididamente por
un colegio limpio y ejemplar, tanto para los médicos de Madrid, como para la
sociedad madrileña.
¿Por qué cree que puede asumir ser
el tesorero de esta candidatura?
Efectivamente, soy médico; no economista o
contable. El Colegio tiene en su plantilla un equipo profesional con
experiencia en el desarrollo técnico de la gestión económica.
Por tanto, entiendo que el papel del tesorero
es la supervisión de los ingresos y gastos del Colegio. Para ello, existen
herramientas contables específicas, como el balance de situación o la cuenta de
resultados, con las que estoy muy familiarizado por los proyectos profesionales
que he desarrollado hasta la actualidad.
¿Por qué aceptó la propuesta del
Dr. Sánchez Chillón?
Es una buena pregunta; reflexioné mucho esta
propuesta y tardé varios días en aceptarla, porque supone un indudable reto
personal.
Conozco a Miguel Ángel desde 2002. Le
considero una persona sensata, moderada y decente; comparto con él los valores
de nuestra profesión y su capacidad para comprometerse es incuestionable. Con
estos argumentos, ¿cómo podía decirle que no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario