Querid@s
compañer@s de Madrid.
Desde hace mucho tiempo y en los últimos 4 años más, he
sido un médico enamorado de mi profesión y por ello la he ejercido en cualquiera
de las condiciones que he podido; me he sentido privilegiado por poder hacerlo
y mi mayor recompensa ha sido la satisfacción de haber tenido ésa oportunidad y
sobre todo sentir la gratitud de mis pacientes.
Desde hace 4 años he tenido que afrontar la defensa de los
valores de nuestra profesión y los que me conocen o han trabajado próximos a mí,
saben de mi entusiasmo y dedicación.
Quizás por éso me encuentro en una situación que,
sinceramente, jamás hubiera planeado y a la cual me han llevado las actuales circunstancias.
Me presento como candidato a la Presidencia del Colegio de Médicos de Madrid
acompañado de un extraordinario grupo de compañeros y compañeras.
En estos últimos tiempos todos hemos visto y vivido en
nosotros mismos el deterioro de las condiciones en las que ejercemos nuestra
profesión. Todos hemos sufrido, en algún momento, la desesperación de querer y
no poder; de preguntarnos por qué si un servicio básico como éste es tan valorado
por la sociedad, la administración, las empresas etc , no lo valoran de la
misma manera. Por qué si a la sociedad le cuesta tanto formar profesionales
altamente cualificados y altísimamente motivados, luego se nos paga con la más
profunda indeferencia o, a veces, desprecio por parte de los que deberían
transmitir lo que la población de verdad siente .Y a las encuestas de satisfacción me remito.
Durante
las últimas semanas, tanto mis compañeros como yo hemos asistido y participado en
reuniones, asambleas, grupos de trabajo, foros etc donde se debatían estos y
otros problemas. Algo que ya lo veníamos haciendo activamente desde hace muchos
años y cada uno en su faceta profesional. Pero un excesivo prurito por no
querer ser oportunistas (o electoralistas , como dirían los políticos) ha hecho
que durante la mayor parte del tiempo hayamos mantenido un discreto papel en
estas actividades.
Hoy, a escasos días de las próximas elecciones del día 24
de Mayo, me he planteado un dilema: ¿por querer ser demasiado pulcros en la
carrera electoral, les vamos a negar a nuestros colegas la posibilidad de que
sepan que, por fin, hay un grupo de Médicos como ellos que llevan años luchando
por cambiar esta situación y que nos hemos atrevido a dar el paso de
convertirnos en PORTAVOCES del resto? Si yo tuviera que contestar, me parecería
hasta descortés o falta de compañerismo
el no ofrecernos públicamente a servir a nuestros compañeros.
Conozco los valores de mis compañeros de candidatura y sé
que ésto es lo que realmente nos impulsa a dar el paso. Que no es oportunismo
porque, si alguien quiere tacharnos de ello, que vaya muy atrás en el tiempo
para encontrar los inicios de nuestro comportamiento solidario con la profesión
, con nuestros compañeros y con nuestros pacientes.
Por
tanto, pido disculpas en nombre de todos nosotros, María Sainz, Asun Rosado,
Dolores Prats, Carmen Gallardo, Inma Sánchez, Manuel Abeytua, José Luis Larrea,
Javier García, Ignacio Sevilla, Ricardo Angora, Enrique del Olmo , Alberto
Blanco y Miguel Ángel Sánchez Chillón por no habernos ofrecido antes o cuando
tuvimos esa oportunidad.
Que
lo sepáis todos: somos lo que decimos, no hay nada más detrás; nunca lo hubo. Nada
nos hará cambiar. Si nos hicimos médicos por espíritu de servicio a los demás
¿por qué dudar ahora de nuestro espíritu de servicio a nuestra profesión?
Comencé
la carta con el termino “queridos” porque tras las muestras de cariño recibidas
es lo que todos sentimos hacia vosotros.
Ya sabéis , contad con nosotros para lo que queráis
MIGUEL
ÁNGEL SÁNCHEZ CHILLÓN
Somos Quijote y Sancho Pancha, pues ambos definen muy bien los sueños perseguidos y también la realidad de la experiencia que queremos cambiar en pro de la Dulcinea. Para nosotros ella se llama Apertura-Transparencia-Renovación-Independencia y Organización.
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