Que
fácil es decir gracias y con qué frecuencia lo decimos. Pero qué raro es sentir
la gratitud y no tener una palabra que sobrepase a la anterior, desgastada y desprestigiada por su cotidianeidad.
Cuando
hace 4 años y de forma inesperada, alguien a quien no conocía, me incorporó a
un mundo completamente distinto al que yo había frecuentado y del que ni yo ni
casi nadie conocíamos su existencia, pensé que me incorporaba a una etapa de mi
vida algo mas acomodada que la anterior y ¡encima me pagaban!
Qué
equivocado estaba yo y qué equivocada estaba la mujer que me llamó para
incorporarme a su proyecto pensando que sería un peón más de un tablero de
ajedrez en el que ella solo movía los peones y otros movían las piezas nobles.
Ser
un peón en un tablero y no estar en el lado de las blancas ni de las negras es
difícil. Pero al menos sabes el movimiento que puedes hacer, siempre para
adelante, y si puedes comes. Con dignidad, como los peones.
Muchas grandes e históricas partidas de
ajedrez se ganaron con los peones y cualquier buen jugador no sacrifica un peón
sabiendo que incluso al final de la partida puede llegar a coronar y ser una
nueva reina.
Cuatro años de partida , una partida
muy larga, sin ver una pieza de tu color en el tablero y rodeado de piezas
amenazantes desde ambos bandos.
Muchos se dieron cuenta y me lo
dijeron: “en éste tablero no hay piezas de ese color, estás demasiado solo”. Pero
todos nos sentimos orgullosos de cumplir con dignidad nuestro papel en el
tablero, todos podemos ser útiles si no nos rendimos.
Cuatro años muy largos y demasiado
duros para la mayoría de los que se equivocaron de tablero como yo y que
terminaron por rendirse o se los comieron piezas mas grandes.
Pero en algunas partidas, al final, el peón
se apresta a coronar y en ése momento puede que estemos…
Y cuando quedan pocos movimientos y
pocas piezas en el tablero , empiezas a ver, a lo lejos, un tablero distinto en el que hay piezas de
tu color y todo se vuelve amable , y ves que no eres distinto y que solo era
cuestión de encontrar el tablero donde
jugar
.
No se si el peón llegará a coronar y
convertirse en una Reina pero es el momento de dar las gracias sinceras a esos
otros peones que durante ese tiempo y ahora también han sentido lo que es estar
en un tablero solitario y quieren que juguemos una partida noble con dos únicos
bandos y con sus piezas movidas por una salo mano por lado.
Concha , Paulino, Charo, Armando, Elena,
José Mª, Sandra, José Luis, Antonio, Antonio, Francho, Chema, Javier, Ángel ,
Urbano, Nuria, Jesús, Mercedes, Gema, Carmen, Elena, Domingo, Alberto, Teresa, Omid,
Luis , Goyo, Vicente, Salvador, Julio, Inma, Alfonso, Francisco, Fátima, Gloria
, Isabel, Juanjo, Marga, Marisa, Laura, Reyes, Silvia, Rosa, Gabi, Teresa, Ángel,
José, Belén, Rafa, María, Javier, Ana, Merche, Ramiro, Olga Raquel, Carmen, Fernando, Sonia, Trini,
Carmen, Irmina, Nacho, Juan Carlos, Concha, Mar, Matilde, Juan, Clara, María Jesús, y tu, Asun.
Y muchos peones más, como nosotros y
algunos que habré olvidado, perdonadme.Y otros, la mayoría, que ahora empiezan
a ver que hay muchos más como ellos de lo que habían creído. Tantos que ante
esta oportunidad no deberíamos tener la menor duda de que la partida estaba
ganada pero todavía hay quién le parece bien que se pueda hacer trampas en un
deporte tan noble como este y creerse que alguien se lo aplaudirá.
Miguel Angel Sánchez Chillón
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